
El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara.
Y le dio esta orden:
«Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín,
exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal.
De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte».
genesis 2, 15-17

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer:
«¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?».
La mujer le respondió:
«Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín. Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho:
«No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte».
La serpiente dijo a la mujer: «No, no morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal».
Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.
Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.
Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.
Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo:
«¿Dónde estás?».
«Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí».
El replicó:
«¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?».
El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él».
El Señor Dios dijo a la mujer:
«¿Cómo hiciste semejante cosa?».
La mujer respondió:
«La serpiente me sedujo y comí».
Génesis 3, 1-13
Entonces expulsó al hombre del jardín de Edén, para que trabajara la tierra de la que había sido sacado.
Génesis 3, 13
Jesús es nuestro Buen Pastor
Una respuesta a “3. lecturas de adviento: La tentación y el pecado del hombre”