
Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo les digo a ustedes que me escuchan:
Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian.
Bendecid a los que os maldicen, rogad por los que os difaman.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra;
al que te quite el manto, no le niegues la túnica.
Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Haced por los demás lo que queréis que los hombres hagan por vosotros.
Si amáis a aquellos que os aman, ¿qué mérito tenéis?
Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman.
Si hacéis el bien a aquellos que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito
tenéis?
Eso lo hacen también los pecadores.
Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito
tenéis?
También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio.
Entonces vuestra recompensa será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos.
Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso.
No juzguéis y no seréis juzgados;
no condenéis y no seréis condenados;
perdonad y seréis perdonados.
Dad, y se os dará.
Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante.
Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».
SABÍAS QUE…

Jesús hace unos seis meses que ha empezado a predicar.
Ha hecho muchos milagros y la gente le sigue a todas partes, porque quieren que les cure de sus enfermedades y quieren escuchar su PALABRA.
Primero les ha explicado las BIENAVENTURANZAS que son como el prólogo del sermón de la montaña.
San Lucas y San Mateo nos lo cuentan, aunque el relato de san Lucas es más breve.
LENGUAJE SIMBÓLICO…

Jesús nos explica cómo debemos amar. Como Él. Como su Padre.
¿Amar como Dios?
¿Crees que podemos hacerlo? ¿Solos?
¡solos no!
pero…
¡con Jesús sí!
QUÉ ME DICE JESÚS…
No te fijes tanto en lo que tus hermanos y amigos hacen mal.
No los critiques.
A ti también te cuesta mucho a veces hacer las cosas bien; obedecer a la primera, ser sincero, generoso…
A ellos les pasa igual, ¡ayúdales!

Cuando no haces las cosas bien vienes a verme en el confesionario y te perdono.
¿Porqué no acompañas a tus hermanos y amigos al sacerdote?
¡Tengo tantas ganas de perdonarles también a ellos!

Cuando me comes en la comunión y, también cuando te confiesas, te doy toda mi Gracia para que sepas y puedas amar como yo.
Propina:
Os dejo la película de un santo que nos enseñó con su vida la belleza de la confesión