Evangelio según San Marcos 9,38-43.45.47-48.
Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.
Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible.
Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
SABÍAS QUE…
La palabra Gehena se refería a un valle a las puertas de la ciudad de Jerusalén donde se quemaban las basuras, los trastos viejos y restos de animales.
Siempre estaba el fuego encendido.
Todos los que escuchaban a Jesús habían pasado por allí alguna vez.
Se podían imaginar el fuego que nunca se apaga.
LENGUAJE SIMBÓLICO…
El fuego simboliza el sufrimiento eterno. El infierno.
La falta de amor a Dios y a los demás nos va matando por dentro.
Nuestro egoísmo, soberbia, orgullo…nos va alejando de Dios y nos va haciendo incapaces de amar. Tenemos que cortarlo y arrojarlo lejos antes de que se extienda el mal.
En el sacramento de la Penitencia acudimos a Jesús en el confesionario. Él nos sana a través del sacerdote. Nos da la gracia para seguir luchando y nos enseña el camino.
Si amamos, no debemos temer al infierno. Jesús ha vencido a la muerte. Es el Buen Pastor que ama a sus ovejas y nos conduce por caminos seguros hacia el cielo.
QUÉ ME DICE JESÚS…
No tengas miedo.
Yo siempre estoy contigo.
Conozco todos tus pensamientos, dificultades y tus luchas por ser bueno.
Escucha mi voz en tu corazón. Me alegro contigo cuando quieres de verdad a los demás y les ayudas.
Cuando no lo consigues… te espero en el confesionario para perdonarte y darte un abrazo. Tú puedes porque siempre estoy contigo.
Recuerda las obras de misericordia, son el camino del AMOR. Quien anda por este camino no se pierde.
Sobre roca 