Evangelio según San Marcos 4,26-34.
Y decía: «El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra:
sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.
La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha».
También decía: «¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo?
Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra».
Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender.
No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
SABÍAS QUE…
Estamos en el tiempo ordinario.
Ordinario no significa que no sea importante. Ni que podamos dedicarnos a descansar y olvidarnos un poco de Jesús…
Se llama ordinario para distinguirlo de los tiempos de Fiesta: Navidad y Pascua. Junto con sus preparaciones: Adviento y Cuaresma.
Durante el tiempo ordinario crecemos junto a Jesús. Nos acercamos a Él y aprendemos de Él. Es un tiempo para AMAR y CRECER en virtudes.
LENGUAJE SIMBÓLICO…
Jesús nos explica con parábolas como es su Reino; una semilla que germina, un grano de mostaza, un tesoro escondido, una perla…
El grano de mostaza es el mismo Jesús que muere y ofrece su Vida por nuestra salvación.
El árbol que crece es la Iglesia.
Las ramas son los apóstoles.
Y los pájaros, que se cobijan a su sombra, somos todos nosotros que descansamos en las enseñanzas de los apóstoles.
(adaptación del sermón 30, 2 de San Cromacio de Aquilea (¿-407), obispo)
QUÉ ME DICE JESÚS…

Quiero que seas santo.
Quiero que quieras ser santo.
Confía en mi y no te dejaré ir de mi mano.
Del pequeño grano de mostaza que tú eres, yo haré que crezca un gran árbol frondoso.
¡Serás un sembrador de paz y de alegría!
Actividades y explicaciones de las parábolas del Reino de Dios