Junto a las golosinas ponemos un pequeño propósito para cada día.
Si lo cumplimos, cuando rezamos las oraciones de la noche en familia, ponemos un poquito de algodón en la cunita vacía del niño Jesús. Si no, lo guardamos para el día siguiente. La noche de Navidad el Niño Jesús se encontrará una cunita blanda y calentita.
Esta es nuestra lista de propósitos