Cuando preparé a mi hijo para recibir su primera comunión busqué una oración para leer en voz alta. Encontré esta y la escribí en un papel.
No recuerdo donde la encontré ni quién era su autor. Si alguien la reconoce como propia haga el favor de decírmelo y lo citaré.
«Me gusta comulgar, Señor.
Me gusta recibir tu Cuerpo hecho Pan de Vida.
Dame fuerzas para vivir como Tú nos enseñas:
Amando a todos y haciendo el bien.
Te pido que cada vez que comulgue cambie en mi corazón.
Que crezca en la comprensión, el perdón y la generosidad con los demás.
Ayúdame a ser cada día mejor hijo, mejor hermano, mejor amigo.
Que este alimento que recibo me fortalezca y me dé más fe.
Gracias Señor por ser nuestro Pan de cada día.»
La podemos rezar siempre que comulguemos y escribirla en un cartón para poder leerla en la Iglesia.
Puede servir en aquellos momentos en que no sabemos qué decir o estamos distraídos.