Os comparto los recursos que he utilizado en mi catequesis familiar para que, relatar la Pasión y muerte de Jesús, fuese más que una historia que se repite año tras año.
Primero hice los muñecos que representan a Jesús y a los doce apóstoles con goma eva y fieltro. Los fui improvisando así es que si estáis interesados en hacerlos, me dejáis un comentario y os lo explico e intento hacer unos patrones.
Son muy importantes los detalles.La túnica de Jesús es brillante porque a los niños les encanta. Judas Iscariote va de negro y su cara está enfadada. Los niños les identifican enseguida.
Con una caja de café forrada y unas puntillas he hecho la mesa. El cáliz es de un juego de legos y la patena la hice con barro y purpurina dorada.
Cuando los hijos son adolescentes, o están muy cerca de serlo, no entran directamente en el juego.
Coloqué la primera escena en la mesa de la Virgen, en el salón, sin decir nada.
Ellos los miraban y preguntaron cuando los moví por primera vez. Y el que tiene cerca de 11 años entró…
Es jueves santo y Jesús se reúne con los apóstoles en la última cena.
¿Cómo se llaman los apóstoles?
Después Jesús se fue al huerto de los olivos a rezar. Estaba tan angustiado sabiendo lo que iba a padecer y cargando con nuestros pecados que sudó sangre.
Un ángel le consoló mostrándole todas las cosas buenas que hacemos porque le queremos. Nosotros podemos ser su consuelo.
Los tres apóstoles que le acompañaban se quedaron dormidos.
Judas venía para traicionarle.
A partir de aquí mi hijo pequeño tomó la iniciativa y continuó él moviendo a los muñecos…
Los apóstoles tenían tanto miedo cuando arrestaron a Jesús que salieron corriendo y se escondieron.
Judas se arrepintió pero se desesperó.
No creyó que le pudieran perdonar y no acudió a la Virgen para que le consolara y le llevara a su Hijo.
Juan estaba acompañando siempre a la Virgen María. Y con María estuvo junto a Jesús en la Cruz.
Y aquí terminamos porque este año no tenemos cruz.
También quería que vieran la secuencia de todo lo que sucedió con imágenes.
Al tener hijos de diferentes edades hay que variar los materiales para que cada uno encuentre el que más le convenga.
Hice los dibujos en una tira de papel y luego pegué las estaciones del Vía Crucis a ambos lados del pasillo.
Al principio ni los miraron pero, después de ir a la procesión del pueblo y ver el encuentro de Jesús con su Madre, se plantaron delante del mural…
Hacer sin hablar. Provocar su curiosidad.
Me fueron preguntando y siguiendo paso a paso.
Cenamos viendo una bonita película actual, de un milagro que le ocurrió a una familia protestante.
Es difícil para nuestros hijos ser a veces los únicos que practican su fe. Si están un poco rebotados pienso en mi madre y en lo mucho que rezó por mí y hago lo mismo. Luego intento no cansarles con palabras y pensar en lo que les gusta.
No nos acompañaron al oficio de Jueves Santo, no quisieron ir. Después de esta catequesis espontanea, la procesión y la cena con película, nos fuimos los seis contentísimos a acompañar a Jesús sacramentado a la Iglesia.
Espero que os sea útil.