Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos.
Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon.
El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.
Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: «Respetarán a mi hijo».
Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: «Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia».
Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelve el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?».
Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo».
Jesús agregó: «¿No han leído nunca en las Escrituras:»La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos»?
Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos».
SABÍAS QUE…
«La principal piedra angular era la piedra angular de fundamento. Solía escogerse una que fuera especialmente fuerte para los edificios públicos y los muros de la ciudad. La piedra angular de fundamento se usaba como guía al ir colocando las otras piedras en su lugar, y se alineaba con la ayuda de una plomada. Para que el edificio quedase bien construido, había que ajustar todas las demás piedras con respecto a la piedra angular de fundamento. A veces las piedras angulares de fundamento eran de gran tamaño, y también servían para unir entre sí las diferentes partes de una estructura.»
Jesús está hablando de sí mismo cuando nos dice:
«La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos»
Él es nuestro fundamento y nuestro guía. Él sostiene a la Iglesia.
LENGUAJE SIMBÓLICO…
«La viña representa a Israel, el pueblo escogido por Dios
El que plantó la viña, la cercó, la adornó y colocó una torre, es Dios, pues la escogió, la apartó, la adornó y construyó un lagar, para que diera sus frutos en su tiempo como la más preciada.
Los labradores son los principales sacerdotes, los escribas, ancianos y todo el pueblo.
El tiempo señalado de la cosecha, es el tiempo del fruto de la viña.
Los siervos que fueron a recibir la cosecha de la vendimia, eran los profetas que fueron apedreados, golpeados y muertos, una y otra vez cuando fueron enviados a Israel anunciando la palabra de Dios.
El hijo del dueño es enviado a los labradores, pues pensaba que lo recibirían y lo honrarían, pero fue golpeado y lo mataron y lo sacaron fuera de la viña, este es Jesús, y eso precisamente fue lo que sucedió cuando murió y lo sacaron de Jerusalén.»
QUÉ ME DICE JESÚS…
Yo también he sembrado en ti, te he dado unos dones y quiero que seas generoso y los compartas.
¿Eres listo y se te dan bien las matemáticas? No te hagas el chuleta y ayuda a tu amigo que no consigue terminar sus tareas.
¿Te han regalado una bicicleta nueva? préstasela a tu amiga, aunque te de miedo que se caiga y te la ensucie.
Sé generoso y no te hagas «el mejor». Intenta que tus compañeros sean los mejores.